lunes, 8 de noviembre de 2010

Prólogo de un hecho histórico-cultural



Tras haber compartido diez años de experiencia artística en el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín; un grupo de reconocidos bailarines fue desvinculado por las autoridades del mismo, por el reclamo de sus derechos laborales. 
Este hecho, generó la decisión de seguir juntos el camino para completar su desarrollo como artistas profesionales y preservar su intangible patrimonio: la dinámica grupal que adquirieron tras años de trabajo conjunto.


Con esta motivación decidieron crear el grupo de danza independiente “Nuevos Rumbos” con el objetivo de promover la inclusión de la danza contemporánea en la sociedad, como así también darle la oportunidad a la sociedad contemporánea argentina de expresarse, conmoverse y verse representada (con sus problemáticas, sus historias, sus diversas voces y visiones) a través de este arte. Propagando, además, los valores esenciales de: Comunicación, Democracia, Unidad, Respeto, Tolerancia, Sociabilidad, Trabajo Colectivo, Responsabilidad, Participación y Libertad de Expresión; buscando fomentarlos mediante el ejemplo de la “dirección colegiada”. Algo que tiene que ver con una forma de conducción mucho más “contemporánea” y acorde a los tiempos democráticos que vivimos. Con todos estos objetivos presentaron bajo el nombre de "Fragmentos del mañana" un primer programa compuesto de obras cortas y de autoría propia.
La Secretaría de Cultura de Presidencia de la Nación Argentina, observando su trayectoria artística individual y desempeño grupal, valorando los resultados obtenidos con su dirección colegiada y destacando los objetivos iniciales que como grupo humano tuvieron; decidió contratar a seis de esos artistas (Victoria Hidalgo, Bettina Quintá, Wanda Ramírez, Ernesto Chacón Oribe, Pablo Fermani y Jack Syzard) para integrar e iniciar la “Compañía Nacional de Danza Contemporánea” (en un principio llamada Compañía de Danza Contemporánea Cultura Nación). Hecho realmente auspicioso para la danza argentina y que da respuesta a una postergada necesidad de la Secretaría.
Ese grupo inicial permitió superar las urgencias culturales más inmediatas mientras se trabaja, se instrumenta y planifica los objetivos a largo plazo.
La Compañía Nacional de Danza Contemporánea cuenta y contará con un repertorio propio creado por coreógrafos nacionales y por los mismos integrantes. Reflejando la realidad y cubriendo las necesidades culturales del “aquí y ahora”. Ofreciendo un producto a la sociedad y, al mismo tiempo, escuchando lo que la sociedad pide. Innovando en las formas de expresar nuestra identidad nacional contemporánea y convirtiéndose en custodio de las distintas corrientes creativas de la Argentina.

19 de Diciembre de 2008, día en que se firmó el expediente de creación de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea.
Arriba: Profesor Eduardo Rodríguez Arguibel (Director de Música y Danza); Rolando Goldman (Director Nacional de Artes); Pablo Fermani; Bettina Quintá; Rubén Mosquera (dirigente de ATE) y Jack Syzard.
Abajo: Wanda Ramírez; Victoria Hidalgo y Ernesto CHacón Oribe.
  
La función presentación se realizó el 26 de Febrero de 2009 en el Centro Nacional de la Música y la Danza (México 564) a sala llena y con la presencia de todos los Ministros de Cultura de Latinoamérica entre otras relevantes personalidades.
Desde entonces la Compañía se ha desempeñado bajo una dirección colegiada integrada por bailarines de la misma. Además de su actividad en el Centro Nacional de la Música y la Danza (actual sede de la Compañía) se realizan funciones en teatros del interior del país.
Es importante además la función social que ha sido encarado mediante dictado de clínicas o talleres totalmente gratuitos y funciones en cárceles, fabricas recuperadas, etc…

Dado que ésta compañía  tiene sus orígenes en época de democracia, auguramos que será referente y propagador de ella.

26 de Febrero de 2009 día de la inauguración oficial de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea.
En la foto:
Ernesto Chacón Oribe, Bettina Quintá, Jack Syzard, José Nun (Secretarío de Cultura de la Nación por ese entonces), Wanda Ramírez, Pablo Fermani y Victoria Hidalgo.